Algatocín

ORIGEN DEL NOMBRE
Probablemente su nombre proviene de Al-Atusiyin, relacionado con la tribu beréber de los Banu-Atus.
Otros nombres como Algauçan y Ginalgocín podrían estar relacionados con este municipio aunque también es posible que se refieran a los municipios de Gaucín y Genalguacil respectivamente.

HISTORIA BREVE
Las primeras evidencias de poblamiento humano en las tierras del actual municipio de Algatocín se remontan a la Edad del Bronce (II milenio antes de Cristo) según restos de cerámica hallados en Cerro Gordo.
En este mismo lugar, pero de mediados del I milenio antes de Cristo, se han encontrado los restos ibéricos de un opidum o recinto defensivo
Ya durante la dominación romana, y también en Cerro Gordo, parece que surgió una importante ciudad llamada Vesci, así como una vía romana en las inmediaciones. En esta época parece que se desarrolló una importante industria textil como lo demuestra el hallazgo de numerosas pesas de telar en Salitre.
En el 711 llegan a la Península Ibérica los árabes. Junto a ellos vienen grandes contingentes de población bereber, entre los que se encontraban los Attus, quienes fundaron Algatocín, al que llamaron Al-Atusiyin o “el lugar de los Attus”. También se fundó Benamahabu hoy desaparecido.
En el año 755 la zona muestra su apoyo a Abderramán I.
En 1015 la Serranía de Ronda se declara independiente bajo el mando de los bannus-ifran.
En 1094-1212 la zona está ocupada por almorávides y almohades.
En 1485 este territorio pasa a manos cristianas. Algatocín contaba con una población de 26 vecinos, lo que equivaldría a unos 180 habitantes.
En 1492 se castiga a los mudéjares en Algatocín.
El 13 de mayo de 1498 pasa a pertenecer al Señorío de Gaucín, cuyo primer titular fue Don Juan de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, en agradecimiento por los servicios prestados durante la Reconquista.
El 20 de junio de 1501 fueron vencidos los mudéjares tras la Rebelión de Sierra Bermeja. Su expulsión, en los casos de no conversión, provocó una leve disminución en la población de Algatocín y la desaparición de Benamahabú.
En 1505 se crean las parroquias.
En 1560 se produjeron juicios por parte del Tribunal de la Inquisición, siendo procesados: Francisco Martín, Francisco Martín Abenacaide y Juana Gómez.
En 1570 se produce una rebelión de los moriscos en la Serranía debido a las presiones a las que eran sometidos y como última causa la expedición de D. Antonio de Luna para sacar a los moriscos de paz de esta zona. En el mes de mayo, Pedro Bermúdez, capitán de la guarnición de Ronda, intentó acabar con el levantamiento pero fracasa. Durante el verano se produce la quema de la iglesia por parte de los sublevados. Felipe II envía al Duque de Arcos a pactar la rendición pero también fracasa por lo que se decide preparar la guerra que duró entre mediados de septiembre hasta mediados de diciembre de ese año, terminando con la rendición de los moriscos y su agrupamiento en presidios. En enero los moriscos algatocineños fueron enviados a la ciudad sevillana de Carmona.
En 1604 se produce la reparación de la Iglesia.
escudoEn el siglo XVIII Algatocín aparece en el Catastro de Ensenada y entre los datos recogidos destaca el hecho de pertenecer, junto con Benarrabá, Gaucín, Benamaya y Benamahabu, al señorío del Duque de Medina Sidonia. Tenía una población de unos 1350 habitantes que se dedicaban a la agricultura y la ganadería fundamentalmente. Existían también 6 molinos y un alambique. Uno de los molinos, que era de aceite, estaría situado junto a la Alameda.
En 1787 Algatocín aparece en el censo de Floridablanca (su población era de 1723 habitantes).
13 de Febrero del 1810 se celebra el acta de cabildo, se recoge el apoyo del pueblo al Rey en la guerra de la Independencia. Se demuestra la Valentía de Sebastián Tinoco y en agradecimiento Fernando VII le da al pueblo el título de Villa.
En 1820 Algatocín pertenece al partido Judicial de Gaucín.
Según artículo publicado en la revista La Serranía por Pedro Sierra de Cózar, se recoge el dato curioso del presupuesto municipal para el año 1923-1924 que ascendía a un total de 24.945 pesetas. En dicho artículo también se desglosa esta cantidad en sus correspondientes ingresos y gastos.

LEYENDAS

La Princesa Algatoisa
El escritor Diego Vázquez de Otero en su libro Pueblos Malagueños apunta que según la tradición oral el nombre de Algatocín proviene de Al-Atusiyin, denominación que se daba a los miembros de una tribu bereber marroquí de los Banus Atus, que lo había tomado en honor de la princesa Algatoisa, hija del segundo rey moro de Ronda llamado Abomelid. Este rey fue quien mandó construir , en el lugar que hoy ocupa la iglesia, un castillo residencia de verano para Algatoisa.
Cuenta también la leyenda que el lugar elegido por la princesa par que se construyera este palacio no fue éste sino uno que se localiza en los alrededores del vecino pueblo de Gaucín. Este otro lugar poseía una situación para nada orientada hacia la Ciudad Santa, además de que el sol no penetraba temprano en sus estancias por la mañana, lo cual produjo el cambio de solar. Dicen que la princesa se había empeñado en este lugar porque estaba enamorada de un moro que habitaba en un campamento cercano.
Lo cierto es que el nombre de Al-Atusiyin lo sigue manteniendo un poblado que aún subsiste ente las ciudades marroquíes de Mekinés y Fez.


La Ermita como faro de la costa
Cuenta la leyenda que en la ermita en tiempos remotos había un faro cuya luz servía de guía a los navegantes de la costa.