sábado, enero 15, 2005

Un minusválido convierte las miniaturas en un nuevo atractivo turístico


Aurelio Ortiz, vecino de El Salitre, una pedanía de Algatocín, es minusválido desde hace 15 años. Entonces un accidente le dejó en sillas de ruedas y cambió su vida. Durante años estuvo cabizbajo y deprimido, hasta que descubrió su habilidad con las miniaturas, unas auténticas obras de arte que se han convertido en un atractivo turístico más de su pueblo.

Fachadas antiguas, mesones y ayuntamientos conforman una colección que ya no cabe en la nave donde trabaja. Aurelio Ortiz comenzó creando la casa de sus sueños, una vivienda en la que espera poder vivir algún día. Mientras tanto se entretiene copiando fotografías y elaborando inmuebles en miniatura que ha visto en algunos de los pueblos de la Comarca.

Hace tiempo decidió abrir las puertas de su taller de trabajo a vecinos y turistas, que se convirtieron así en espectadores de su arte. Ahora la colección ha aumentado tanto que Aurelio quiere ampliar la nave, una obra para la que necesita unos 30.000 euros. Sin embargo no dispone de medios para conseguir ese dinero. La entrada a su taller es totalmente gratuita y él disfruta mostrando su trabajo y charlando con los visitantes, pese a que estos deben ya admirar la obra desde la puerta. Aurelio ha intentado conseguir subvenciones, pero le piden requisitos imposibles para él, como darse de alta en autónomos y convertir así su afición en un trabajo.

Sin embargo él no está dispuesto a dejarse vencer. Ha hablado con el Ceder (Centro de Desarrollo Rural de la Serranía) y grita su sueño a los cuatro vientos. Alcaldes de la Comarca han visitado su nave y son pocos los turistas que llegan a El Salitre y se van sin ver su obra.